Tomate frito casero.

Elaboración tradicional:

1. Comienza lavando bien los tomates y, si lo prefieres, puedes escaldarlos en agua hirviendo durante un minuto para retirarles la piel con facilidad. Una vez pelados, córtalos en trozos pequeños y reserva. Pica finamente la cebolla y el ajo. Si decides usar pimiento, también pícalo en trozos pequeños.
2. En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo picados, y sofríe hasta que estén transparentes y ligeramente dorados. Si estás usando pimiento, añádelo en este momento y cocínalo junto con la cebolla y el ajo.
3. Incorpora los tomates troceados en la cazuela. Añade una cucharadita de azúcar para equilibrar la acidez de los tomates y sal al gusto. Remueve bien todos los ingredientes y deja que el tomate se cocine a fuego lento. Este proceso puede durar entre 30 y 45 minutos. Es importante remover de vez en cuando para que no se pegue y para asegurarte de que el tomate se deshace bien.
4. Si prefieres un tomate frito más fino, puedes pasar la salsa por un pasapurés o triturarla con una batidora de mano hasta obtener la textura deseada. Añade pimienta negra al gusto y, si lo deseas, algunas hojas de laurel o albahaca para dar un toque aromático.
5. Continúa cocinando a fuego bajo hasta que el tomate frito haya reducido y tenga la consistencia que prefieras. Rectifica de sal y azúcar si es necesario.

Elaboración con Thermomix:

1. Empieza pelando y cortando los tomates en cuartos. Si prefieres un tomate frito sin piel, puedes escaldarlos antes de pelarlos. Pela también la cebolla y los ajos.
2. Coloca en el vaso de la Thermomix la cebolla y los ajos, y tritura durante 5 segundos a velocidad 5. Añade el pimiento rojo si lo vas a usar, y tritura durante otros 5 segundos a la misma velocidad.
3. Añade el aceite de oliva y sofríe todo durante 10 minutos a 120°C (o Varoma, dependiendo del modelo), velocidad 1, sin cubilete para que evapore el exceso de agua.
4. Incorpora los tomates troceados, el azúcar y la sal al gusto. Coloca el cubilete en la tapa, pero ligeramente inclinado para permitir que el vapor salga y así la salsa se reduzca mejor. Cocina durante 30 minutos a 100°C, velocidad 2.
5. Si te gusta una salsa más fina, al finalizar el tiempo de cocción, tritura todo durante 30 segundos a velocidad 7. Si prefieres la salsa con más textura, puedes triturarla menos tiempo o incluso dejarla tal cual.
6. Finalmente, ajusta el punto de sal y azúcar si es necesario, y si lo deseas, añade unas hojas de laurel o albahaca para darle un toque aromático. Cocina durante 5 minutos más a 100°C, velocidad 1.