Los dulces de temporada y de fiestas tradicionales en España son una parte integral de la cultura y celebraciones del país. Durante la Navidad, los turrones y polvorones son imprescindibles. El Roscón de Reyes, un bollo decorado con frutas confitadas y relleno de nata o crema, se consume el 6 de enero, Día de Reyes.
En Semana Santa, las torrijas, rebanadas de pan empapadas en leche o vino, fritas y espolvoreadas con azúcar y canela, son muy populares. Los pestiños, una masa frita bañada en miel, también se disfrutan durante esta época.
Para Todos los Santos, el 1 de noviembre, se preparan los huesos de santo, cilindros de mazapán rellenos de yema, y los buñuelos de viento, pequeños dulces fritos rellenos de crema.
Durante las fiestas locales, cada región destaca con sus propias especialidades. Estos dulces reflejan la diversidad y riqueza cultural de España, convirtiéndose en elementos esenciales de las celebraciones y tradiciones locales.